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De jardineros a limpiadores de piscinas: el fraude toma el sector de la desinfección

La desinfección es uno de los grandes frentes desde donde se está librando la batalla contra el coronavirus. Con el estallido de la pandemia ha aumentado exponencialmente la necesidad de desinfectar espacios públicos y privados. Tanto es así, que un gran número empresas de limpieza, jardinería e incluso mantenimiento de piscinas están ofreciendo servicios de descontaminación de Covid. Anuncian fraudulentamente servicios para los que no están cualificados, utilizan productos químicos que se deben suministrar bajo unas medidas de seguridad que no se están respetando, y así no solo se retrocede en la lucha contra la pandemia, sino que se están poniendo en peligro las vidas de sus empleados y las de sus clientes.

Principalmente, el miedo y la falta de conocimiento están llevando a las personas a tomar medidas desesperadas. En este sentido hay que diferencias a las personas que voluntariamente están desinfectando, de las actuaciones comerciales. En el primer caso, asociaciones como Anecpla (la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental) se prestan para asesorar de forma gratuita a estos voluntarios que lo necesiten. En el segundo, la intencionalidad es otra, porque se está cometiendo intrusismo laboral buscando un beneficio económico.

«Podemos ver estos días empresas que se dedican a la jardinería, el mantenimiento de piscinas, la limpieza, y múltiples sectores más, que hoy se autoproclaman especialistas en desinfección, y es más algunos salen hablando en diferentes medios como expertos en desinfección, haciendo afirmaciones peligrosas y desacertadas», afirma Jorge Galván, Subdirector en Anecpla.

El oportunismo lleva hasta tal extremo que proveedores de distintos tipos de maquinaria, como hidrolimpiadoras, pistolas de alta presión para pintar, depósitos de productos químicos, etc, están animando a sus clientes, como por ejemplo pintores, para que hagan labores de desinfección.

Desde que estalló la pandemia, constantemente, se están repitiendo malas praxis, como tractores fumigando calles, personas que aplican desinfecciones con vapor, otras que ofertan desinfecciones contra el coronavirus utilizando productos con poder bactericida y fungicida pero no virucida. «Vemos que se utilizan productos en nebulización que no son aptos para tal uso, al igual que pulverizaciones que garantizan una desinfección total. Empresas que dicen que nebulizan y en el video promocional están atomizando (ni siquiera son capaces de distinguir los tipos de aplicación)«, critica Galván.

Para no cometer ningún error, principalmente hay que distinguir tres conceptos: fumigar, pulverizar y nebulizar. Actualmente la técnica más eficaz para realizar una desinfección es la nebulización, preferentemente en frío, y con productos aptos para esta técnica, ya que no todos lo son. La cuestión es que esta técnica con estos productos, solo los puede llevar a cabo personal profesional especializado, que trabaje para una empresa de sanidad ambiental, y que estén registradas en el ROESB (Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas). Esta norma también está recogida en la legislación europea.

Un granjero desinfectando calles de Ronda con su tractor. (EFE)
Un granjero desinfectando calles de Ronda con su tractor. (EFE)

La falta de conocimiento no solo está poniendo en riesgo a la persona que aplica el producto, sino también a otras personas que por desconocimiento permanecen en las instalaciones mientras se realiza el tratamiento. Por ejemplo, como se observa en el vídeo que aparece en esta pieza, se está desinfectando sobre cajas de fruta en el almacén de un supermercado y además los operarios que están trabajando al lado, no tienen ningún tipo de protección.

Para trabajar con biocidas se debe utilizar equipos de protección individual que protejan contra el riesgo químico y biológico. Los expertos recomiendan el uso de mascarillas, gafas, mono, guantes y cubre calzados. Denuncian que en los medios están viendo a profesionales que están aplicando biocidas solo con mascarillas (que además no son aptas) y guantes, dejando expuesto el resto de su cuerpo. En este sentido se exponen a el contagio de Covid-19 e intoxicaciones químicas.

¿Dónde está el fraude?

«Si entendemos por fraude garantizar que se ha realizado una desinfección contra un virus letal como es SARS-CoV-2 y no utilizar los productos, ni técnicas adecuadas correctamente, sí podemos hablar de fraude. También se puede hablar de fraude cuando se garantiza que la desinfección dura X días. Los desinfectantes no tienen residualidad, cuando se aplica el desinfectante actúa contra los virus presentes pero no permanece en el tiempo en la superficie» afirma Sergio Monge, presidente de Anecpla.

Generalmente estas empresas se anuncian en internet, tanto en páginas web como en redes sociales. Como ha podido comprobar este periódico contactando directamente con estas empresas, en algunos casos, no les ha dado tiempo ni a incluir este nuevo servicio en su página web. En otros casos este tipo de empresas llegan a publicitarse a través de la televisión, radio y periódicos ofreciendo productos y técnicas con resultados milagrosos, residuos cero, y sin tiempo de seguridad para volver a ocupar las instalaciones.

Militares del Regimiento de Infantería América 66 realizando labores de desinfección. (EFE)
Militares del Regimiento de Infantería América 66 realizando labores de desinfección. (EFE)

Publicidad engañosa

Conversación con una empresa de limpieza no homologada.
Conversación con una empresa de limpieza no homologada.

Hasta ahora, Anecpla personalmente se está encargando de denunciar estos casos uno por uno. «Uno de los grandes problemas que existen aquí, es que la publicidad es engañosa y juegan con el desconocimiento, y en muchos casos juegan con vacíos legales, y hacen anuncios que distan mucho de ser honestos. Además el número es tal que no tenemos envergadura para la denuncia jurídica, sin tener en cuenta que los plazos de resolución no son inmediatos, la única denuncia factible en esta situación es la denuncia pública desde el conocimiento y con pruebas sólidas», apuntan.

En algunos casos juegan con las palabras, por ejemplo, utilizan el término higienizar, en vez de decir desinfectar, pero el fin es el mismo. Estos expertos denuncian directamente a las Comunidades Autónomas, a sus Consejerías de Sanidad; pero lamentan que en el Estado de Alarma todas las competencias están en el Ministerio de Sanidad y que esta quizás a día de hoy, no sea una preocupación primordial para ellos.

Cómo detectar el timo

Para diferenciar una empresa profesional de otra que no lo es, lo más sencillo es buscar en internet, a través de las Consejerías de Sanidad de las respectivas Comunidades Autónomas donde tienen un listado de las empresas registradas. «Otra opción es buscar en las webs de asociaciones sectoriales como Anecpla, donde además de empresas registradas en el ROESB, son empresas que cumplen con un código deontológico que las posiciona como empresas de referencia en el sector».

¿El ozono es realmente válido?

Actualmente, la desinfección con ozono está adquiriendo una gran popularidad, pero lo cierto es que ninguna autoridad competente lo ha acreditado para su uso. «En Europa estamos en un periodo transitorio de autorización de los productos químicos existentes. En estos momentos, hay productos que están evaluados y otros no, aunque se puedan utilizar. En el caso del ozono, aunque se puede utilizar, todavía no está evaluado a nivel europeo, ni nacional, por lo tanto no están definidas las dosis, ni sistema de aplicación adecuado para que el ozono sea eficaz contra el virus. Esta es la razón por la que nosotros recomendamos utilizar los desinfectantes con capacidad virucida demostrada que se recogen en el listado que el Ministerio de Sanidad ha colgado en su página web», detalla Galván.

En definitiva, apuntan que en el caso del ozono solo se puede confiar en la buena fe del comercializador, pero no hay entidades independientes que acrediten su eficacia.